Ya salió a bombo y platillo en los medios y es un tema recurrente, España está a la cabeza en obesidad infantil en Europa. Casi el 40% de nuestros niños tienen sobrepeso u obesidad. Y nos surge una pregunta, ¿además de concienciar a los padres? ¿los niños no deberían concienciarse desde la más tierna infancia y aprender conceptos básicos de nutrición en las escuelas?
Algo secundario
Esto no es algo nuevo, los colegios de nutricionistas de toda Europa reclaman darle una mayor importancia a la nutrición en el curriculo escolar e incluso se presentó una propuesta en el Parlamento Europeo para regular la materia en las escuelas. ¿Resultado? Mayoría absoluta a favor, ¿Qué político no estaría de acuerdo?
¿Realidad? Hace más de dos años de esta votación y no ha pasado nada.
No es un tema que mueva masas, no hace ganar votos y suponemos, no interesa a las grandes industrias alimenticias, reyes de los ultraprocesados. No queremos que nuestra sociedad esté demasiado informada y sepa que lo que come no es bueno y afecta a su salud, ¿verdad?
Lo que se estudia en los colegios, no es suficiente.
El sentimiento de los colegios es un poco similar al de nuestros políticos, todos estamos a favor pero no hay una gran voluntad para cambiar las cosas. Se escudan en que ya se da nutrición, de una manera muy superficial, en asignaturas de ciencias, por lo que no haría falta una asignatura en sí misma. Pero, estando el número 2 del ranking europeo de obesidad infantil, ¿no se ha demostrado que no es suficiente? ¿que la educación en el ámbito doméstico no es la adecuada o no sabemos transmitirla? Nuestros colegios, nuestros maestros y nuestros políticos tienen que levantar la voz e indignarse.
Los comedores a exámen
¡Qué levante la mano al que no le ha dado un microinfarto al ver el menú del colegio de su hijo!
Hace unas semanas el cocinero Alberto Chicote, en su programa de La Sexta investigó los menús de algunos comedores escolares de colegios públicos de Canarias, donde demostró las incongruencias entre los menús que se enseñaban a los padres y lo que realmente se servía. Menús sin ningún tipo de supervisión nutricional y con una desproporcionalidad en cuanto a grasas y sal. ¿No deberíamos empezar a educar desde el ejemplo? ¿O pensamos que la carne rebozada con patatas fritas congeladas con las natillas de postre es un menú equilibrado para nuestros hijos?
Entonces, ¿una asignatura de nutrición resolvería el problema?
Seguramente sería un proceso largo, no se cambia un hábito de la noche a la mañana, pero si tenemos que intentar que las nuevas generaciones comprendan la importancia de llevar una vida saludable y de comer de manera equilibrada, alimentos naturales y poco procesados.
Y ¿Por qué si hay asignatura de educación física y no de nutrición? Enseñamos a nuestros hijos a tener una vida activa, a moverse, a hacer deporte…pero no les enseñamos cómo nutrir su cuerpo tras ese ejercicio.
Son asignaturas que podrían ir de la mano, son totalmente complementarias. Porque no dedicarle 15 minutos de la clase de educación física a hábitos alimenticios saludables, como leer etiquetas, donde están las proteínas, los hidratos o las grasas.
Sería formidable que nuestros hijos estudiaran cómo prevenir la diabetes, enfermedades cardiacas, identificar intolerancias…seguro que ayudaría a tener adultos más sanos.
Nosotros lo tenemos claro, las asociaciones de nutricionistas también, y tu? ¿Quieres que la sociedad del mañana sea más saludable?
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