Este fin de semana ha tenido lugar la XVII feria de la trufa de Abejar (Soria), un producto de alto valor culinario y no apto para todos los bolsillos. España, es el mayor productor mundial, pero pocos de nosotros hemos tenido la suerte de catarla en su estado natural, como mucho en productos aromatizados o con sabor a trufa. ¿Realmente tienen trufa? ¿Son sanos estos procesados? ¿qué propiedades tiene el llamado oro negro?
¿Qué es la trufa?
La trufa es un hongo que se encuentra bajo tierra cercano a las raíces de los árboles en bosques húmedos. Se consume en cantidades muy pequeñas para dar aroma a los platos, pero sus propiedades son numerosas.
Contienen un gran contenido en antioxidantes, lo que la sitúa como un excelente botox natural para la piel, activando la producción de colágeno. Además es rico en minerales como hierro, calcio, sodio y magnesio y en vitaminas B y C. Prácticamente no contiene grasa, por lo que algunos nutricionistas sibaritas la recomiendan en las dietas de adelgazamiento… no sé quién se puede permitir cenar media trufa a 1000€/kg, pero apúntatelo para cuando ganes el euromillón.
Los procesados de trufa a exámen
Debido a su alto precio y a su más alto aroma muchas marcas se han lanzado a crear productos de trufa o a la trufa. Y nos preguntamos, ¿alguien se ha leído los ingredientes de estos productos? ¿estamos de verdad disfrutando de este hongo celestial o de un sucedáneo?
La trufa es un alimento muy perecedero, que empieza a degradarse nada más recolectarlas. Su principal característica es el aroma, que solo se mantiene cuando es fresca.
Entonces, ¿que llevan los productos con trufa?
Aceite de trufa. Por favor, ojos sensibles abstenerse de leer esto. La mayoría de estos aceites no han estado ni por asomo en contacto con la trufa, lo que les da ese particular sabor es un componente químico derivado del petróleo sintetizado en el laboratorio; o si tienes suerte, también se crea aroma artificial derivado de la alcachofa, pero son más escasos debido a su precio. Así que si estás pensando en darle ese toque refinado a tu plato de pasta, que sepas que básicamente le estás añadiendo un petroquímico gourmet. Bon appétit!
Salsa de trufa. Hemos visto en varios supermercados la famosa salsa de trufas. ¿En que nos tenemos que fijar en los ingredientes? Hay tres grandes indicadores para saber de verdad lo que nos estamos comiendo. Lo primero, si pone “aroma de trufa” ya sabemos que aquí nada de nada de trufa. Segundo, mirar el tipo de trufa. Hay algunas salsas que llevan trufas de verano o trufa china; la primera es la hermana pobre de la trufa negra de invierno, con menos aroma y sabor y la segunda es una variedad de trufas asiáticas que no tienen prácticamente sabor ni aroma.
Y tercero, en el porcentaje. Si te pone que lleva un 5% de trufa y su ingrediente principal es el champiñón y la oliva negra, pues realmente no es una salsa de trufas, será una salsa de champiñones trufada o con un toque de trufa, pero claro, a nivel de marketing no vende tanto.
Patatas fritas con trufa. Muchas marcas se han lanzado a por su versión gourmet con trufa, aunque una vez más nos quedamos sin probar a qué sabe de verdad este hongo… ya que la mayoría vienen con aroma de trufa, es decir no hay trufa en sus ingredientes.
Otros productos inverosímiles que nos hemos encontrado mientras preparábamos este post, lonchas de pavo con trufa (1% de sucedáneo de trufa, vete a saber lo que es), queso crema con trufa (1% de trufa de verano) o el 0,05% de trufa blanca (porcentaje irrisorio) en una pasta fresca vendida como ravioli de trufa blanca, setas (18%) y queso (57%). Y con la trufa en primer lugar por supuesto.
Pues a mi me siguen gustando estos productos, ¿cuál compro?
Ya sabemos que a la mayoría se nos escapa de la economía familiar comprarnos una trufa fresca para aromatizar la pizza, pero no hay excusa para comprar al menos el producto más natural y, por lo menos, que contenga trufa de verdad.
Ahora que sois unos expertos, mirad bien los ingredientes y comparadlos en la app de El CoCo para escoger el mejor producto. ¡Que no te den gato por trufa!
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