Hemos leído y releído opiniones a favor y en contra del Nutriscore, su famosa comparativa entre el aceite de oliva y la Coca-Cola, los análisis a los etiquetados alternativos que han implementado algunas marcas o los debates infinitos en redes sociales sobre si es útil o no para mejorar la elección de los consumidores en su cesta de la compra y, como consecuencia, mejorar la salud del ciudadano.
El Nutriscore, entre todos los métodos de medida y transparencia de información nutricional en los productos, es el más completo a la hora de mejorar la calidad nutricional global de la cesta de la compra. Esta iniciativa complementa y simplifica la información nutricional que aparece en los envases de alimentación ayudando al consumidor a hacer una compra más saludable.
Impacto del Nutriscore en el consumidor
¿Llega o no llega a España? ¿Realmente funciona? Todos los cambios suscitan dudas y no se puede saber el impacto que tendrá en los consumidores hasta que no pase un cierto tiempo, ¿o sí? Hay varios países que nos llevan ventaja en esto del etiquetado nutricional, entre ellos Francia, que lleva utilizando el Nutriscore desde hace más de un año.
Francia, el pionero
“Con el Nutriscore es más fácil comer mejor”, slogan de la Agencia de Salud Pública francesa. Si ves la televisión en Francia posiblemente te cruces con algún anuncio o veas en sus redes sociales videos sobre las ventajas del etiquetado y cómo ayuda a la población a hacer mejores elecciones en la cesta de la compra.
Su implementación ha sido una pequeña revolución entre las marcas y consumidores; si bien no deja de ser opcional, más de 100 grupos de alimentación se han unido o comprometido a implementarlo. De hecho, el no adherirse a esta iniciativa está provocando un efecto de rechazo entre los consumidores del país.
Empresas como Coca-Cola, Unilever o Pepsico se han manifestado públicamente en contra de la implementación del Nutriscore y han seguido sus propias reglas de etiquetado. Esta elección hoy en día es arriesgada, la falta de transparencia y el oscurantismo está siendo cuestionado entre los consumidores y afectando negativamente a su reputación.
Primeros resultados del Nutriscore
Ya van apareciendo datos muy positivos en Francia sobre el uso del Nutriscore. Una gran cadena de distribución como Leclerc ha hecho un estudio en el que ha analizado durante 3 meses los hábitos de compra de alimentos con y sin Nutriscore entre sus clientes. Entre las conclusiones, destacan que el consumidor ha mejorado de media un 10% la calidad de su cesta de la compra gracias a este sistema.
Teniendo en cuenta que el último estudio ‘Association Between Ultraprocessed Food Consumption and Risk of Mortality Among Middle-aged Adults in France‘ confirmaba que un aumento de un 10% en la ingesta de ultraprocesados estaba directamente relacionado con un incremento del 14% de mortalidad, es una muy buena noticia que en apenas 1 año, el Nutriscore mejore la calidad de la dieta de los franceses y, en consecuencia, su calidad de vida.
Otro estudio del equipo de Epidemiología nutricional de la Universidad de la Sorbona sugiere que el Nutriscore permite reducir la cantidad consumida en productos considerados menos saludables, permitiendo al consumidor elegir mejor la calidad nutricional global de los productos que compra.
Entonces, ¿por qué no está todavía en España?
Desde finales de 2018, cuando se anunció la implementación de este sistema desde el Ministerio de Sanidad, se está esperando el Decreto Ley que lo regule en nuestro país. Sin embargo, seguimos esperando y, visto el adelanto de elecciones y las presiones de la industria, no parece que vaya a ser algo inmediato.
Y nos preguntamos, ¿qué hay más urgente que mejorar la salud de tus ciudadanos? ¿No queremos personas mejor informadas, sanas y con una mayor calidad de vida?
¿A qué estamos esperando para implementar medidas que puedan abrir la veda a la transparencia hacia el consumidor?
Próximos pasos
El Nutriscore no es el final del camino, pero es un inicio para ayudar al consumidor a ser consciente de sus elecciones nutricionales, además de mandar un mensaje claro a la industria. YA NO VALE TODO. Los ingredientes incomprensibles, el marketing sin escrúpulos y el oscurantismo de los productos tienen sus días contados.
Ayúdanos a apoyar esta iniciativa, queremos que el Nutriscore esté ya en España. Queremos que nuestros hijos crezcan sanos, que los consumidores tenga herramientas para decidir lo que quieren comprar sin ser engañados y, en definitiva, una más industria de la alimentación transparente.
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