Sí sí, has oído bien. Y no es que en El CoCo hayamos encontrado el secreto de la eterna juventud ni nada parecido, sino que por primera vez en la historia, un grupo de expertos ha podido establecer una relación directa entre el consumo continuado de alimentos ultraprocesados y el incremento de la mortalidad.
Parece exagerado, pero es así. O al menos esas son las conclusiones del estudio elaborado por la Universidad de París-Sorbonne, que ha sido publicado por la prestigiosa revista médica americana JAMA Internal Medicine, tras estudiar los hábitos alimenticios de 45.000 personas durante ocho años (2009-2017). Los resultados son claros y determinan que un aumento del 10% en el consumo de alimentos ultraprocesados, se asocia directamente con un incremento del 14% de riesgo de muerte.
Los expertos también han descubierto que los alimentos ultraprocesados representaban el 29% de la dieta de las personas que participaron en el estudio. Un dato que extraen tras analizar los más de 3.000 productos diferentes que ingirieron estas personas.
Vale, los ultraprocesados son malos, pero ¿qué son realmente?
Pues parece ser que de alimentos tienen poco y es que se trata de productos industriales elaborados en un laboratorio, que cuentan con una presencia mínima de ingredientes naturales. Vamos, una especie de Frankestein alimentario.
Para su fabricación se utilizan otros elementos que, o bien no son de uso culinario común (como caseína, suero de leche, hidrolisado de proteína o proteínas aisladas de soja), o no están presentes de forma natural en los alimentos. En este sentido, es habitual el uso de aditivos, compuestos que no son un alimento en sí mismos ni contienen nutrientes. Es decir, que no aportan nada a nuestro cuerpo, pero que les permite variar el color, aroma y sabor de los productos. Todo ello con el fin de ofrecer productos sabrosos, que estimulan el apetito y que tienen una capacidad de conservación larga en el tiempo
Se trata de productos que, aunque sean atractivos y muchas veces tengamos que recurrir a ellos por su facilidad a la hora de consumirlos (todos recordaremos los sloganes de “calentar y listo…”), suelen pasar por diferentes procesos de precocinado poco aptos para una vida saludable, como la hidrogenación o fritura de los aceites, la hidrólisis de las proteínas o la refinación y extrusión de harinas o cereales.
Si quieres saber más sobre los ultraprocesados y los diferentes nutrientes, te recomendamos este informe de la Asociación Panamericana de la Salud sobre el Modelo de perfil de Nutrientes, perteneciente a la OMS.
¿Por qué son el lado oscuro de los alimentos que consumimos?
Todo el mundo sabe que los alimentos ultraprocesados o industriales no son la mejor opción para la salud. Pero muchas veces nos vemos avocados por el estrés del día a día a optar por este tipo de alimentos rápidos de preparar y cómodos de llevar a la oficina. ¿De verdad son tan malos?
A ver, por comer una vez un plato de pasta instantánea no nos vamos a morir. Está claro. Sobre todo si en líneas generales tenemos una dieta equilibrada y consumimos de forma habitual frutas, verduras y fibra. Pero sí que es cierto que no debemos abusar de estos productos y debemos tratar de buscar alternativas más saludables.
¿Por qué? Pues porque este tipo de alimentos contiene por lo general un elevado contenido en sal, azúcares o grasas saturadas, así como una gran densidad energética y carbohidratos refinados. Productos que están directamente relacionados con el aumento de la obesidad, la hipertensión que deriva en problemas cardiovasculares graves o el incremento de los casos de cáncer a nivel mundial.
Estos productos además, se caracterizan por su falta de fibra y la presencia, en algunas ocasiones, de compuestos químicos, como el dióxido de titanio o emulsionantes que afectan gravemente a nuestro intestino, pudiendo provocar diabetes u otras enfermedades metabólicas.
Cómo evitar estos productos
La mejor alternativa es el consumo de alimentos frescos que cocinemos nosotros mismos con ingredientes naturales, pero sabemos que eso muchas veces es complicado. Pero tranquilos, no es necesario que convirtamos nuestras cocinas en La Casa de la Pradera, también podemos encontrar en el supermercado alternativas saludables en conserva o frescos envasados que son saludables y fáciles de preparar.
Para escoger la mejor alternativa debemos fijarnos muy bien en los ingredientes y tablas nutricionales que encontramos en los envases. Para ayudaros, os animamos a comprobar los productos con la app de El CoCo para acceder a la información de una forma más sencilla y clara. De hecho, la aplicación, a diferencia de otras, no solo nos traduce la información a través del sistema de Nutriscore, sino que nos muestra también el índice Nova, permitiéndonos identificar el grado de procesamiento de un producto de una forma rápida y clara.
Próximamente te contaremos más sobre el sistema Nova en nuestro blog, ¡no te lo pierdas!
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